¿Disfrutas comiendo un buen arroz? Entonces, seguro que querrás saber cómo preparar un buen socarrat.
La cuestión es que no todo el mundo consigue esa capa perfecta, de unos escasos milímetros, que ayuda a convertir un buen plato en un plato excelente.
¿Te gusta cocinar? ¿Y el arroz? Seguro que si es así has buscado conseguir el arroz perfecto, que para muchas personas va con su correspondiente socarrat.
Si no lo has conseguido en casa, no te preocupes, pues a continuación vamos a intentar desgranar los secretos para responder a la pregunta sobre cómo preparar un buen socarrat.
¿Qué es el socarrat?
Para arrancar, lo mejor es hacerlo por el camino más recomendable cuando se aborda la mayor parte de temas, es decir, por el principio.
Para ello, vamos a intentar alcanzar una definición de socarrat lo más sencilla posible. Si eres nuevo en esto y nunca has oído hablar de esta característica que encontramos en los arroces, te será de gran ayuda.
Quienes gustan de este toque especial en sus arroces, saben que el socarrat es esa capa tostada o caramelizada que se crea entre el arroz y la paella, es decir, el recipiente donde lo cocinamos.
El secreto para conseguir un buen socarrat es dominar el tridente arroz-caldo-fuego, circunstancia que distingue a los grandes arroceros.
Conseguir esa magnífica y sabrosa capa caramelizada no está al alcance de todos los cocineros ni chefs. Es un arte, casi un don, podría decirse.
Pero ojo, no confundamos ese toque crujiente y con un sabor único que proporciona el socarrat con quemar el arroz. No es lo mismo darle un toque tostado a quemarlo.
¿Qué necesitas para conseguir un buen socarrat?
En el fondo de la paella es donde se acumula la poción mágica que permite conseguir el toque especial de los maestros arroceros.
Pero, ¿qué necesitas entonces para conseguir un buen socarrat? Pues que tu arroz tenga grasas, en su justa medida, y azúcares. Si a esto le añadimos el hidrato de carbono que contiene el arroz, gracias al almidón, y el fuego alto con el que le vamos a dar un golpe de calor en el momento y por el tiempo adecuado, ya tenemos la pócima.
Resumimos:
- Grasa
- Azúcares
- Hidratos de carbono (almidón)
- Fuego alto
¿De dónde vamos a conseguir la grasa para preparar un buen socarrat?
A la hora de conseguir la grasa necesaria en nuestra búsqueda del socarrat deseado, el sofrito en este aspecto nos va a proporcionar el aporte fundamental, junto con la grasa derivada de los ingredientes que incorporemos en nuestro arroz.
Por si acaso, aclaramos que al hablar de grasa no queremos decir que nuestro plato acabe siendo grasiento, hasta el punto de proporcionar luego una mala digestión.
No, en nuestra búsqueda del socarrat perfecto, tenemos que encontrar el equilibrio entre los elementos.
Así, dependiendo de su preparamos un arroz vegano o vegetal, de mariscos o de chicharrones, por ejemplo, tendremos que prestar atención al aporte del sofrito y a los toques de aceite.
¿No se tuesta? Ojo con el líquido
Si alguna vez te has atrevido con el socarrat, ya sabrás que si hay líquido en nuestro arroz, no conseguiremos que se tueste. Tampoco obtendremos el arroz al punto si hay líquido.
¿Cómo hacemos entonces para deshacernos del líquido? Aquí te recomendamos tirar de la que denominan la reina de la Ciencia, la paciencia.
Deshidrata el sofrito
Hay que deshidratar el sofrito, hasta que el volumen de los productos que lo componen queden reducidos y con ese color marrón tan característico. Así conseguiremos un sabor muy potente. ¡Pero ojo de nuevo a no quemar el sofrito, porque habremos fastidiado el arroz!
El caldo y los ingredientes añadidos
A la hora de buscar deshacernos del líquido presente en la paella, tendremos que jugar con el caldo que añadamos para cocer el arroz, que dependerá de múltiples factores, tanto ambientales como geográficos y de altitud.
Igualmente, el líquido procedente de los ingredientes que incorporemos en la preparación es determinante. Por eso, no es lo mismo añadir sin ton ni son productos del mar, por ejemplo, que cocinarlos de manera independiente y prepararlos bien.
El fuego es clave
¿Has oído (y escuchado) a alguien decir alguna vez que no le gusta el arroz quemado? Seguro que sí. Es más, seguramente, a nadie le gusta esto.
Por eso es importante aclarar nuevamente que hablar de socarrat no es lo mismo que hacerlo de calcinar.
No es igual disfrutar de un tostado caramelizado crujiente y sabroso que parecer que estás comiendo carbón.
Esto último, además, no es nada saludable, aparte de no ser agradable al paladar. ¡Seguro que en alguna ocasión el amargor que comida quemada te ha arruinado más de una comida o cena!
Por eso te decimos que controlar el fuego es clave. Va a depender mucho de dónde prepares tu arroz.
No es lo mismo hacerlo al carbón, que aporte inestabilidad, a cocinarlo en un fogón especial donde el fuego esté bien repartido gracias a diferentes puntos de salida.
Usa una buena paella
Aunque no lo creas, es muy importante, si te plateas cómo preparar un buen socarrat, contar con una buena paella donde preparar tu arroz.
Así, ten en cuenta el tamaño, pues si usas una de unas dimensiones ideales para preparar arroz para cuatro personas pero echas cantidad para seis, tenemos un problema.
Es esencial medir bien las cantidades, pues al hablar de proporciones, la virtud está en saber elegir la correcta.
Algo que solemos explicar a quienes nos preguntan, es que un buen arroz se prepara con una cantidad apropiada por persona.
Es cierto que en muchos sitios se apuesta por la cantidad, aunque en ocasiones puede ir en contra de la calidad. No es lo mismo comer arroz que un arroz en todo su esplendor, con el sabor y en el punto exacto.
¿Tienes ya el secreto para conseguir un buen socarrat? ¿Dominas el tridente arroz-caldo-fuego? ¿Tienes otros trucos que quieras compartir?
Si quieres, puedes contárnoslos o compartirnos tus fotos a través de nuestras redes sociales. Y, por supuesto, te esperamos en nuestros establecimientos para que puedas disfrutar de nuestra carta de arroces y ese socarrat deseado.
Nosotros seguiremos trabajando duro para ser el mejor sitio donde comer arroces en Málaga.